En un entorno fiscal global cada vez más complejo y transparente, las empresas multinacionales necesitan estructuras que optimicen la carga tributaria mientras mantienen total cumplimiento y defendibilidad ante autoridades de múltiples jurisdicciones. Una estructura mal diseñada puede resultar en doble imposición, ajustes fiscales millonarios y riesgos reputacionales.

Las fiscalizaciones de DIAN y autoridades territoriales son cada vez más agresivas y sofisticadas. Una defensa reactiva y mal coordinada puede resultar en liquidaciones oficiales injustas, sanciones desproporcionadas e incluso responsabilidad penal. Nuestro enfoque preventivo y estratégico minimiza riesgos antes de que se materialicen y, cuando el litigio es inevitable, defendemos con rigor técnico y conocimiento interno de los procedimientos de la autoridad.

Las decisiones corporativas mal estructuradas generan pasivos fiscales ocultos, conflictos entre socios y vulnerabilidades legales que pueden comprometer el valor de la empresa.

Ya sea una expansión internacional, una fusión, o la entrada de un nuevo socio, la estructuración correcta desde el inicio protege el patrimonio, facilita el crecimiento y previene disputas costosas.

Nuestro enfoque integrado asegura que lo legal, lo tributario y lo comercial estén perfectamente alineados.

El 70% de las empresas familiares no sobreviven a la segunda generación (y el 90% no llega a la tercera).
La falta de planificación patrimonial, sucesoria y de gobierno familiar genera conflictos entre herederos, cargas fiscales excesivas en transferencias generacionales y pérdida de control empresarial.

Nuestra especialización en family office y estructuración patrimonial internacional asegura que el legado familiar se preserve, crezca y se transfiera eficientemente a las siguientes generaciones.